La turba ha sido parte importante de la historia y la cultura irlandesa, y todavía se usa hoy en día en muchas partes del país. La turba es un depósito de sedimentos formados por la descomposición de plantas que han sido recolectadas. Se corta del cenagal que forma, se seca y se usa como combustible para la calefacción y en la cocina.
Durante siglos, ha sido la fuente principal de calor para los hogares de la Irlanda rural, sobre todo al oeste del país, cuando el carbón escaseaba y era muy caro. De hecho, el uso de la turba ha inspirado a numerosos artistas y escritores.
Sin embargo, la combustión de la turba emite grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. En 2018, el gobierno irlandés aprobó una ley que prohibía su uso como fuente de energía para el hogar. La ley salió adelante como parte de los esfuerzos de Irlanda por reducir las emisiones de carbono y aspirar a un futuro más verde. La prohibición provocó reacciones opuestas. Unos lo veían como un paso necesario para reducir la huella de carbono del país y otros piensan que es un contratiempo para las comunidades rurales.
Como respuesta a la prohibición, el gobierno ha sacado varias iniciativas para ayudar a los propietarios a hacer una transición hacia sistemas de calefacción más ecológicos, como por ejemplo con ayudas para aislamiento o sistemas de energía renovable, o rebajas de impuestos a quien haga el cambio.
Para los alumnos que estudian en Cork, ver como se usa la turba es una experiencia fascinante. Visitando una ciénaga y conociendo el proceso de corte y combustión, entienden mucho mejor la importancia cultural de esta fuente de energía ancestral.
En Ireland Experience ofrecemos a nuestros alumnos una inmersión total en la cultura, la historia y las costumbres de Irlanda, y especialmente de Cork, una ciudad maravillosa. Contacta con nosotros y únete a esta gran familia.